martes, 2 de octubre de 2018

Theodore Twombly & Samantha


El amor mío es un barrio con perros más caros que mi vida.
La verde lejanía de una historia,
sus siete monumentos,
sus blandas plazas.
Después de asomarme hasta los portales, de mirar adentro por si el toro de su presencia, regreso sano y triste, sin cornada, con la sangre dentro.
Como dentro del río va la bicicleta,
como dentro de la sangre va la duda del corazón que no sabe si seguir,
- decía William Blake que si el sol dudase un momento, se apagaría -
cuando nos miramos las vidas dentro de un segundo
y los corazones asumen su naturaleza de primera máquina.

El amor mío deletrea las ecuaciones, los férreos misterios,
como mi fecha de nacimiento
o la suma borgiana de los días

que hasta hoy me han traído,
que hasta hoy me han traído

en una cuna incendiada que bajaba la corriente.

El amor mío tiene una cama para mi peso,
se le vuelve vertical la boca
y sobre su axila sueño con clavículas,
y sobre su clavícula sueño con siete estrellas.
A mí regresa cada noche con el esguince de un verbo asomando,
con la fractura de la luna,
con un trozo de adjetivo en un cesto para limosnas.

Nadie sabe que mi amor es un brazo del cansancio,
que mi amor es un frío vigilante.
Nadie sabe que mi amor es un animal que nunca duerme.

Iván Onia Valero

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