lunes, 30 de abril de 2012

Poemas en los huesos XVI

Recoger limones tras la tormenta
se parece a escoger palabras
y a robar planetas.


















Iván Onia Valero

jueves, 26 de abril de 2012

La Vida por Delante (FLS 2012)



















La Feria del Libro  de Sevilla (FLS) 2012 traerá entre muchas de sus novedades el nuevo proyecto de la editorial sevillana Ediciones en Huida: LA VIDA POR DELANTE, Antología de jóvenes poetas andaluces.  Una muestra de poetas de Andalucía nacidos entre 1980 y 1992 entre los que me encuentro seleccionado junto a un amplio abanico de compañeros en la palabra. La edición está dirigida por los poetas Ana Alvea Sánchez y Jorge Díaz Martínez. Estará a la venta en la caseta que la editorial tendrá en el recinto ferial de la Plaza Nueva de Sevilla del 10 al 20 de mayo y será acompañada de recitales y otras muchas actividades poéticas. Dejo aquí uno de los poemas que he escogido. Nos vemos.

SACAR PUNTA A UN LÁPIZ


Sacar punta a un lápiz, aspirar
la ceniza del beso que contuvo
unidos la madera y el grafito
y son ahora sólo hojas que caen
con cada nueva vuelta en la cuchilla,
pálidos abanicos, minifaldas
amarillas y negras de staedtler
que descubren la punta tenaz, mate,
alerta para los blancos senderos
de la página, como un soldadito,
igual que alguien dispuesto en dos palabras
a demolerse para ser un verso
y asume el riesgo de quedar borrado
sin inmortalidades ni testigos.


Sacar punta a un lápiz es volver
y en cada media vuelta descendemos
caminos sin saber bien los lugares
a los que se regresa, puede que sea
a aquella infancia en la que fuimos cómplices
-goma en ristre- de la equivocación,
para desde allí unir aquel tiempo a este:
promisorio presente de la duda.


IVÁN ONIA VALERO












lunes, 23 de abril de 2012

Muerte en el puerto

Un muelle lleno de otoño, sin música,
sólo la danza de gaviotas y agua
estrellándose contra las paredes.

Las luces palpitando sobre el mar
que anochece a las seis y se desangra
en un misterio limpio y repetido
a diario.

Pero yo no lo veré
otro día más porque aquí me quedo,
bajo este cielo que no aguanta tanta
belleza
-marinero dulce, alegre-.
Bajo este pueblo que tanto he amado.

No lloren, no investiguen esta muerte.
Si hallan mi cuerpo, si quieren abrirlo,
sólo encontrarán peces y palabras.


















Iván Onia Valero (2007)
Fotografía: El ahogado. Hyppolite Bayard (1840)

sábado, 21 de abril de 2012

Poesía


Estuvo siempre en mí este caudal decible,
este río de oro en el que siempre navegó mi voz
sin salvavidas y nunca cesa de correr su ímpetu,
sus altas aguas con su propia edad,
con su mismo oro joven.
Porque ahora veo que no vino todo este tiempo acompañándome,
soy yo quien ha de acompañarlo hasta el día
que siga ya sin mí.

Tomás Segovia

lunes, 16 de abril de 2012

Cuando queráis llamar por su nombre al deseo
repetid la palabra
melancolía.
LUIS GARCÍA MONTERO














Hoy me desperté inhóspita, terriblemente poeta,
toda una suerte de imágenes que se repiten
desde el fondo vencido de la casa;
el tintineo de la cuchara en el café
o estas voces que se consumen sobre el presente.
Todo
me ha hecho componer de nuevo el sueño
que estaba en la mañana como un huevo cascado,
derramando por la grieta esa viscosidad
clara que tiene la realidad desperezada.

De modo que volví a refugiarme en las sábanas,
a dormirme tan de ojos abiertos esta vez
que sólo me salían deseos por la boca
y al querer despertarme ya era tarde,
esta melancolía todo lo inundaba.

Iván Onia Valero de Tumbada Cicatriz. Ediciones en Huida (2011)
Cuadro: Huevo roto de Conchi Quesada Ruiz

domingo, 8 de abril de 2012

Poemas en los huesos XIV

Decides taponar mi herida
y el dolor se encarama -como un gato
afilado-
al tejado de tus dedos.

I
v
á
n


O
n
i
a

jueves, 5 de abril de 2012

















Nos veíamos subir
la Cuesta la Parroquia
a codazos en el fragor
de la siesta en Aguilar sólo
para ver al Nazareno encerrarse
como antes hace un mes
nos habíamos visto detrás
del mostrador del Chache
Pepe eligiendo la camisa
que llevaríamos el Viernes Santo
cuando nos viéramos
viendo al Nazareno encerrarse
de culo con la intuición de que todo
estaba ocurriendo entonces y al mismo
tiempo en un futuro ya sin nosotros

algo así como un anticipo
de la muerte acentuado por aquel
redoble de la baqueta en la tersa
piel del tambor
como si en realidad
no estuviéramos allí sino
ya de vuelta viéndonos devorar
con una mezcla de asco
y nostalgia la fría
ensaladilla del recuerdo.

José de María Romero Barea
(mil novecientos setenta y) Dos
Ediciones En Huida  (2011)