lunes, 22 de marzo de 2010

Cartas en primavera


Son ridículas las almibaradas misivas de la juventud en ciernes,lo decía Pessoa. Todo el mundo debería recordar al menos una palabra escrita a destiempo, alguna locura primera que, aún hoy, nos ruborice, aunque sea en la intimidad de la memoria y nos traslade sin remisión a aquel primer hombro de marzo que vimos desnudo o a aquellos labios que quisimos probar de repente. La primavera contiene el milagro de desprotegernos de todo lo construído hasta la fecha; de leyes absurdas y de corduras polvorientas para volver a ser irreverentes y lúcidos, pequeños animales tras una presa capaces de volver a escribir una carta de aquellas.

Iván Onia Valero















Cartas de amor

Todas as cartas de amor são
Ridículas.
Não seriam cartas de amor se não fossem
Ridículas.
Também escrevi em meu tempo cartas de amor,
Como as outras,
Ridículas.
As cartas de amor, se há amor,
Têm de ser
Ridículas.
Quem me dera no tempo em que escrevia
Sem dar por iso
Cartas de amor
Ridículas
Mas, afinal,
Só as criaturas que nunca escreveram
Cartas de amor
É que são
Ridículas….


Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.
También en mi tiempo yo escribí cartas de amor,
como las demás,
ridículas.
Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.
Quién volviera al tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.
Pero, al final,
sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
si que son
ridículas…

Fernando Pessoa

1 comentario:

  1. que razon tiene Pessoa, por eso me hice una foto con él en Lisboa

    ResponderEliminar