miércoles, 24 de enero de 2018


Qué será de vosotras, Marta,
Azucena, Laura… Oleaje
de caderas, cabellos, pechos.
Oleaje tallado en humo.

Vestido de melancolía,
de sonrisas hacia las dunas
plateadas. Y el cielo aquél,
azul y frío, que enmarcaba

al Minotauro pensativo…
Marta, Azucena, qué habrá sido
de vosotras, cálida música
entre espejos y cortinajes.

Ahora sois ritmo, sois volutas
de humo, vedijas de las nubes,
ojos de niebla, donde un día
palpitaba la juventud.

José Hierro

2 comentarios:

  1. Gracias por estos poemas que nos traes. Yo pude ser Marta... pero soy Julia y mi melancolía... el nombre no es relevante.

    ResponderEliminar
  2. Lo terrible de este poema es que todos somos Marta, y Azucena, y Laura. Un abrazo, Julia

    ResponderEliminar