A contraluz,
tu pulmón al desnudo.
Y en su interior
(aunque no puedas verlas)
ramas como de almendro o de avellano
y una especie de florecillas blancas
brotando en sus extremos:
Una radiografía.
La dejas otra vez sobre la mesa
que aún conserva intacta
su memoria de ramas, tronco y árbol.
(La memoria no muere,
se transforma).
Ramas en tus pulmones
y en la mesa
y en el papel de un libro.
Todo es parte de todo,
un mismo árbol.
Josep M. Rodríguez
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