Guiño de rendición al recién nombrado Premio Cervantes, el mexicano José Emilio Pacheco
TITANIC
Nuestro barco ha encallado tantas veces
que no tenemos miedo de ir hasta el fondo.
Nos deja indiferentes la palabra catástrofe.
Reímos de quien presagia males mayores.
Navegantes fantasmas, continuamos
hacia el puerto espectral que retrocede.
El punto de partida ya se esfumó.
Sabemos hace mucho que no hay retorno posible.
Y si anclamos en medio de la nada
seremos devorados por los sargazos.
El único destino es seguir navegando
en paz y en calma hasta el siguiente naufragio.
JOSE EMILIO PACHECO
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