
A Iván Onia Valero y Juan Cuevas
La UFC y el porno manan de mi cabeza.
Hostiones y polvazos me recorren desde primera hora de la mañana.
No conozco otra cosa. En profundidad no conozco otra cosa.
KOs y recopilaciones de corridas en la boca lo son todo para mí.
Bigardos brasileños o rusos y bombonazos de California o Suecia arrasan conmigo.
La UFC y el porno son el octavo y el noveno arte respectivamente.
Yo estaré con la UFC y con el porno para siempre.
La UFC es sencilla y legendaria. El porno es sencillo y totémico.
Las artes marciales mixtas me hablan de la supervivencia.
El porno me habla de lo más hondo de mí mismo.
Yo soy el receptor de esos dos mundos.
Mi mente atraviesa todos los rodajes. Todos los octógonos.
Me gustaría inyectármelos en vena. Notarlos más fuertemente, si cabe.
Nunca sé a dónde coño ir. Nunca se me pasa nada por la cabeza.
Pero la UFC la siento en mis huevos. Y el porno lo siento en mi conciencia.
Siempre tengo una dulce sonrisa para ellos.
Sangre y aullidos de placer son mi pan de cada día.
Sangre y aullidos de placer son mi paranoia.
Mi salvación.
Mi sabiduría.
Víctor Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario