jueves, 15 de febrero de 2018

La autopista


Estás en la autopista y el coche te obedece,
no vas a ningún sitio,
todos los sitios pasan y pasan a tu lado,
todos los sitios son el mismo sitio,
ves las indicaciones, los rótulos,
y ves los edificios en obras con sus grúas,
montones de ladrillos,
una gasolinera, anuncios:
has salido a la calle sin pisar la calle,
el ascensor te lleva
hasta el lugar
donde te espera el coche,
te baja a la cochera,
no tienes que saludar a nadie,
de tu casa a tu coche,
de tu coche a la calle,
de una calle a otra calle,
sin saludar a nadie estás en la autopista
y notas que el coche te obedece,
sus ruedas giran, gira el motor,
los motores se mueven, no se cansan,
son máquinas que están girando siempre:
el mundo está repleto de motores,
las casas están llenas de motores,
hay motores en todos
los rincones del mundo,
hay uno en la nevera,
la lavadora también tiene un motor,
y los ventiladores, la caldera,
el microondas, los relojes,
tu maquinilla de afeitar,
el aparato de la música,
la cafetera, el horno,
un secador de pelo,
exprimidores, batidoras,
todo está lleno de motores,
el mundo es un motor,
sólo existen motores,
es más fácil encontrar un motor
que encontrar un amigo,
la puerta del garaje también tiene un motor,
y te obedece siempre,
hará lo que tú digas,
y se abre o se cierra,
si se rompe alguien viene
deprisa y la repara,
todo está en movimiento,
todo gira y se mueve,
todo está en movimiento menos tú,
que ahora corres por la autopista
en dirección a cualquier parte.

José Carlos Rosales

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