viernes, 21 de diciembre de 2018
Lo que pasa
No es en realidad lo transcurrido,
lo que fue, por ejemplo, conocernos
los nombres o las limpias manías
a través de aquel túnel que atravesaba
las estaciones, y nos dejaba a nosotros
hendidos de distancia y tan cerca sin embargo.
No es la fugacidad diaria tampoco,
esa colección de horas y silencio paralelo,
la tenaz construcción de un diálogo sencillo
sobre el que irse durmiendo casi sin ambiciones.
Lo que pasa es la ausencia de fronteras,
la incertidumbre unida a la certidumbre
de no saber apenas, sólo que estarás luego
para recoger tantas palabras aún no pronunciadas
o que mañana te veré en los espejos sonreír incompleta,
futura,
esperándome.
Iván Onia Valero, de Tumbada Cicatriz (Ediciones en Huida, 2011) (DESCATALOGADO)
fotografía de Maxime Ballesteros
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Un corazón se come o se rechaza
ResponderEliminarno es ni un jarrón con flores ni un poema
E.L
Un corazón se puede escribir para que deje de hacerse el muerto o se le puede preguntar para que dejes de hacértelo tu
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