miércoles, 7 de noviembre de 2018

Lectura poética en la librería Verbo




Esta tarde he estado leyendo algunos poemas en la librería Verbo de Sevilla.
Reproduzco las palabras que el poeta Juan Cuevas ha escrito para hacer un breve recorrido por mi obra poética y, al final de las mismas, uno de mis primeros poemas, recogido en la plaquette Tumbada Cicatriz, publicada en 2011 por Ediciones en Huida.

Hablo de Iván Onia, poeta, amigo y confidente, y se me llenan los dedos de palabras, las esquinas donde el horizonte es un bocado poético y necesario.
Hablo de Iván y no me llevo un pelo a la lengua – es evidente – , pero sí un rastro de lenguaje que me quiebra el alma como un corazón de juncos.

Desde TUMBADA CICATRIZ, su primera plaquette editada por “en huida”, cuando aún sombreaba su herida de flequillo y nube rota, hasta el magistral “EL HIJO (DE SHARON OLDS)”, Ha permanecido fiel a su poesía de alquitrán y rueda, a su amor de sopa de barrio y cine de verano, al alambre de las imágenes que se estiran como las cuerdas de un ring de boxeo. Porque Iván es, ante todo, un boxeador de extrarradio que prepara el asalto al centro de la metáfora con un músculo de humo y derrota.

GALERÍA DE MUNDO Y OLVIDO, es su primer poemario, editado por Ediciones en Huida, en 2013. este siempre será mi hueso, un poemario
al que constantemente regreso, muerdo y roo. Me pasaría un resto de mi vida royendo sus líneas, su vitalidad y su pulso perplejo de asombro y marea.

Le sigue HERMANOS DE NADIE, de Karima Editora, publicado en 2015, donde se afianza la voz poética con estructuras más cuidadas, como flores delicadas compradas en el chino de la esquina.
Aún no será la rueda. No mostrará todavía la aceleración y el frenazo, eje de la poesía de Onia, pero sí su ritmo, la canción, el carnaval del desamparo y la caries que puebla buena parte de su obra.

Con EL DECAPITADO DE ASHTON, editado por La isla de Siltolá en 2016, hay una ruptura formal y de fondo; el poeta ya es un fingidor y finge maravillosamente bien.
El libro es un cuento poético desde el paisaje americano que enlaza la metáfora al arrabal andaluz, a la periferia más universal. El color de los poemas, frío, duro y metal. Poesía de arrozal y pantano. El decapitado es un canto a la libertad y al fuego lento donde nacen las historias para ser contadas.

En 2017 publica con la Asociación Noctiluca PASEANDO A MÍSTER O, es decir, al señor Onia. El autor, subido de nuevo a su monovolumen, creará un ejercicio de estilo y gratitud hacia la vértebra de su lenguaje poético. Por él desfilarán Umbral, Félix Grande, Lorca, José Hierro…, un homenaje a la prosa poética como valor supremo de lo estético, desamarrado ya de corsés métricos y oyendo latir el ritmo de la libertad formal.

Músculo y sudor, desesperanza y rabia, así, hasta llegar a EL HIJO (DE SHARON OLDS) (Maclein y Parker, 2018). De nuevo temática americana, respuesta y vuelta de tortilla a El padre, poemario de Sharon Olds del que recoge la idea y el testigo para cantar a la vida del mismo modo que la poeta americana cantó a la muerte en 1992.
Correspondencia entre vida y muerte. El poeta ha llegado a la madurez que el silencio solo sabe expresar con palabras. Un poemario necesario para comprender la soledad que se siente al engendrar un hijo o un libro.

Juan Cuevas


POEMA PARA DESPUÉS

En realidad no quiero que digas.
Tumbada cicatriz. Tan sólo déjate
lamer los lomos por los mil silencios
que sobrevengan cuando no quedemos
o este lápiz no sepa en qué posarse
abriendo la granada de los días.

Ojalá nunca sepas de mi boca
el lugar en que fui caído, olvido
de cada golpe en que te fui venciendo.
Para perderte sin prisa después
en cada labio que -futuro- te abra.

Iván Onia Valero de, Tumbada Cicatriz (Ediciones en Huida, 2011)   pincha aquí para leer la reseña que hizo en su día Daniel García Florindo

1 comentario:

  1. Al final no ha olido a "poeta muerto", Iván, sino vivo, bien vivo.
    Entrañable esa presentación de Juan y enhorabuena por tu trayectoria.
    un abrazote

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