lunes, 27 de agosto de 2018

Lo que me impresionó cuando nació mi hijo



Cuando calló mi llanto con su mano suave sobre mi boca
SHARON OLDS

No me impresionó su vida.
Palpar el ensamblaje final.
Las palabras totémicas, girantes

padre
hijo
enhorabuena
ahora hay una boca más
y tú qué
y tú qué
ahora que hay una boca
más

ni su interior barroco,
—el lagartijo de menta palpitándole allá—
ni su llanto de pez fuera del agua
ni su llanto de niño arrancado
ni su verdura de lágrimas
ni su dialecto de llantos
ni su leche amarga.

No me impresionó el niñoniño,
mínimo entre mí y lo demás.
Yo que tan habituado a esta dimensión
y ahora el niñoniño habitando,
mínimo y girante, entre yo y lo demás.
Guardo en una cajita su descanso,
tengo la llave de su hambre.

Nada de todo eso me impresionó.
Pero sí su estatura itinerante,
la humanidad barriendo a las escamas,
su vocación de dulce capitán.

Hablará,
me enseñará a jugar al ajedrez,
me llevará en hombros a ver el tigre
que vive dentro del piano.
Las altas cordilleras del futuro.

Sus brazos fuertes y domésticos
pidiendo llevar el ataúd de su padre.
Eso me impresionó.

Iván Onia Valero, de El hijo de Sharon Olds (Maclein y Parker, 2018)
El libro se presentará el próximo 19 de septiembre en El gallo rojo (C/ Viriato, 9) a las 20:30.

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