Está la pluma sobre todo lo posible.
Así como la bala en el cajón,
con su piel de aceituna helada,
sueña el centro de los tigres,
el ciervo y la venganza.
Como la ciudad duerme sus gigantes
y sueña con espanto laborable
la danza acostumbrada de los lunes.
Igual que me despiertan las hogueras
y las piedras, los cuerpos y la nieve.
Así, encima de lo incierto,
-la pluma-
soñándome.
Iván Onia Valero, de
Galería de Mundo y Olvido (Ediciones en Huida, 2013)
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