4/11/17 Presentación de Paseando a Míster O

En la noche de ayer tuvo lugar la presentación de "Paseando a Míster O". Dejo algunas fotografías y un texto que escribió el poeta Juan Cuevas para la ocasión, pero que tuvo que leer Marta Carvajal en su inevitable ausencia. Igualmente dejo la nota de autor que abre el libro.
Muchas gracias a los que me acompañasteis en otro nuevo día de estrenos y palabras.




Iván Onia es un tipo que siempre está subiendo al ring, aunque sus puños sean sólo palabras,
y su tumbada cicatriz, un hilo de poemas.
Golpea Iván, golpea. Como un pijoaparte doméstico, como el marino que pierde todos los barcos.
Porque hay rabia en su poesía. Rabia por la pérdida.
De la lealtad a la poesía,
del chicle en que se convirtieron los versos,
de la menstruación de las metáforas,
del oficialismo de la rima en los despachos,
del abandono de los campos donde pastaba el verso libre.

Ir de paseo con Mr. Onia es como sacar una pantera a mediodía para que defeque a la puerta de los talleres de poesía,
reordenar el azulejo perdido de los barrios periféricos,
resbalar el último litro del ultramarino de la esquina,
hacer el amor a la hora de los coches en doble fila;
cuando se llenan los estadios,
cuando los semáforos parpadean como mosquitos enloquecidos.

Iván Onia es un tipo que siempre está bajando del ring, aunque te abrace con los guantes aún calzados.
Abraza Iván, abraza. Como un boxeador ya retirado.

Juan Cuevas

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NOTA DE AUTOR

Es mentira que el valor de un poema dependa de cuánta verdad
encierra. La experiencia vital del poeta carece de valor alguno, es
sólo barro moldeable, igual que el árbol o el bloque de mármol
no son nada sin la mano farisea del escultor que los convertirá en
algo que aspire a ser eterno. Un poema es una mentira bellísima
que nos creemos.

Sí sentís por un instante que lo imprescindible de un poema son
el tiempo, la muerte, aquel amor o decir la verdad, en vez de tomarlos
como puntos de partida o simples pretextos para iluminar la escritura,
os estaréis convirtiendo en los amanuenses de un chisme
que no importa a casi nadie, los tristes ferroviarios de una carcasa de
tren que rueda vacía y, lo que es peor, pariréis poemas inflamables y
libros horribles que en nada se parecerán a éste.


Iván Onia Valero
Septiembre, 2017