No es en realidad lo transcurrido,
lo que fue, por ejemplo, conocernos
los nombres o las limpias manías
a través de aquel túnel que atravesaba
las estaciones, y nos dejaba a nosotros
hendidos de distancia y tan cerca sin embargo.
No es la fugacidad diaria tampoco,
esa colección de horas y silencio paralelo,
la tenaz construcción de un diálogo sencillo
sobre el que irse durmiendo casi sin ambiciones.
Lo que pasa es la ausencia de fronteras,
la incertidumbre unida a la certidumbre
de no saber apenas, sólo que estarás luego
para recoger tantas palabras aún no pronunciadas
o que mañana te veré en los espejos sonreír incompleta,
futura,
esperándome.
Iván Onia Valero (2009)
Cuadro: Mujer incompleta, de Mercedes García Bravo
Por poemas como este es por lo que me encanta leerte, Iván.
ResponderEliminarAntonio Gamoneda dice q la poesia es un asunto q se resuelve en soledad, pero con comentarios asi uno siempre está menos solo. Gracias.
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