viernes, 6 de julio de 2012

Rodin no es mi padre



















Sólo las nubes de moscas saben apreciar,
la verdadera belleza de su presencia, sólo
las nubes de moscas saben apreciar,
la verdadera belleza, de su cadáver. Latir
no siempre significa estar.
Para su corazón somos animales descalzos,
liebres durmiendo encima de un amasijo
de muelles y gomaespuma.
Carne viva para él las sábanas
mi escudo.

Soñar es liberador nadie nos escruta
bostezar un reto cuando él lo censura.

Explosiones en el cielo.

Una estatua es hija, y eterna mentira, recuerdo balas en las pupilas de mis ojos en las dos niñas serias de mis ojos, como abejas mellizas,
cómo niñas,
flaquitas de miel,
rogando a su sangre.

Rodin no es mi padre, no,
no es mi padre, él no
me esculpió para pensar.

La sangre que duele el corazón encallece
la ortiga que pica la piel escuece, una vez más
abejas sobrevolando su rostro, mis ojos
a punto de todo a punto de nada,
ventana o barranco,
cuchillo o su hembra,
necesito sanar
a solas
mis venas.

Pilar González

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