viernes, 23 de marzo de 2012

Jóvenes y el poema

Te he susurrado el nombre del poema
nuevo.

Tan jóvenes éramos estos días
que el poema era una migaja simple,
un azote de isla recién nacida
desvestida aún de nostalgias prístinas
y dolores vertebrados.

Tan jóvenes éramos por ahora,
convertidos en fibrosos caballos,
que nunca levantamos un puente
desde el que asir remembranzas
o sobrevolar olvidos.

Curdas y soberbios de juventud,
transcurrir dejamos el tiempo que era
nuestro,
filtrarse limpio por las catacumbas,
enterrarlo apenas como un tesoro
al que volver algún día -intactos-
para desenterrar remordimientos.











Iván Onia Valero (2006)
Cuadro: La juventud de Baco. William Adolphe Bouguereau (1884)

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