miércoles, 7 de marzo de 2012

El ángel en la cuerda floja (revisión 2012)



















Pero puede ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.

MARIO BENEDETTI

Tal vez sea por eso, tal vez porque
el azar es finalmente un ángel tan compacto,
paseante infinito por la cuerda floja,
dejando caer su lastre de abrazos,
de fechas, sexos, de piedra y espada
sobre una humanidad de labios.
Recogiéndonos vamos los unos a los otros,
llamándonos naranja y hemisferio
o simplemente amor.
Entonces, cada paso que se dé
deja de ser un verde patrimonio,
una bahía donde fluye la soledad.
Y las señales; sean luna quieta
o semáforo, música u océano
tienen el indomable acento de tu voz
al pronunciarlas.

Tal vez sea por eso, tal vez porque
sobre los cementerios del olvido
haya historias de abrazo desolado
y de tan solas no merezcan ser devoradas
a dentelladas de hierba y herrumbre,
sobreviviendo así de sencillas
a la espalda de Dios y otros azares.

Iván Onia Valero


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