martes, 19 de julio de 2011

Las rejas de mi corazón


Ay, cada vez que me emborracho
y abro la cárcel del olvido,
por más que amores que he tenido
y en el camino he ido dejando,
uno por uno recordando
ninguno como el suyo ha sido.

Corazón, las rejas de mi corazón
desde la prima hasta el bordón
y uno por uno recordando
ninguno como el suyo ha sido.

Cuanto viví
por países y playas
fue con ella al lado.

Años de juventud
de ron y libertad
y de noches sin dormir.
En la universidad fue la voz
la bandera de los estudiantes
que soñando cambiar este mundo
alzaban los puños
y andaban la calle.

Con ella perdí la inocencia
y la falsa decencia
de nuestra educación.

Fue quien me libró de dolores.
Y la fragancia de madera
de sus costillas compañera
fue la que me encajó los dientes.
Y me aguantó desde chiquillo
para no apretar más de un gatillo
que hoy todavía está caliente.

Con ella fue con quien canté
todas las canciones posibles
y también las imposibles,
las canciones que no se cantan ni escriben
porque son cantos de cisne, de sirena y de cigarra.
Conmigo a la espalda
como si fuera un fusil
con el que disparo mi palabra.

Y en el mundo no hay amor
que cambie yo por mi guitarra.


Juan Carlos Aragón Becerra

1 comentario:

  1. Precioso pasodoble, he leido y escuchado muchas cosas dedicadas a la guitarra pero pocas como estas.
    Por mucho tiempo que pase, este pasodoble me sigue dejando sin palabras y con ganas de rescatar mi guitarra de ese rincón de la habitación y hacerla sonar por unos instantes, esa guitarra que tantos secretos guarda y tantas horas me acompaña a lo largo de mi vida, ya echaba de menos esa "fragancia de madera" a la que se refiere JC Aragón jeje. Una vez más, enhorabuena por tu blog

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