domingo, 22 de mayo de 2011

En los bolsillos

Normalmente llevo los bolsillos repletos
de cosas insignificantes,
sin ir más lejos:

el cansancio crónico,
la lascivia intacta,
los billetes oxidados de la ambición,
el fracaso que madruga,
las ganas de vivir desdentadas,
la íngrima soledad,
la idea escurridiza,
la nostalgia reciclable,
la tristeza recipiente.

Hay días, sin embargo, en que la tela cede
y por los agujeros van cayendo

el cansancio que rejuvenece,
la lascivia que purifica,
billetes limpios,
fracasos que fracasan,
suicidios racionales,
manuales de soledad,
metáforas de plástico,
nostalgias indefensas...
todo se escurre pantorrillas abajo
en pequeños charcos de alivio
hasta que las descubro colgando de hilos,
-ineluctables, vivas-
tan
calladitas
las
tristezas.


















Iván Onia Valero (2005)

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