viernes, 14 de junio de 2019

Poema para después


En realidad no quiero que digas.
Tumbada cicatriz. Tan sólo déjate
lamer los lomos por los mil silencios
que sobrevengan cuando no quedemos
o este lápiz no sepa en qué posarse
abriendo la granada de los días.

Ojalá nunca sepas de mi boca
el lugar en que fui caído, olvido
de cada golpe en que te fui venciendo.
Para perderte sin prisa después
en cada labio que —futuro— te abra.

Iván Onia Valero
de Tumbada Cicatriz, Ediciones en Huida, 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario