jueves, 15 de diciembre de 2011

Poema de Navidad con abrigo

















Qué rápidas parecen ahora que te has ido,
las calles.

El humo de los puestos de castañas se rompe
en cualquier cielo, ya no nos moja su olor,
y el frío pudre el fruto congelando los pasos.
Ya camino hacia el río -convoy de atardeceres-
y se atropellan desde la luz de otros días
los recuerdos no usados como juguetes nuevos,
y todas las palabras blancas y los gestos,
luchando por morir sobre una playa decente.

Si recorro la calle de la sierpe; sus tiendas,
los charcos, los abrigos, la imitación de estrella
que encierran las bombillas de los escaparates,
puedo escuchar tus besos contados sobre cada
moneda que se apaga en la cesta de los músicos.

Iván Onia Valero (2009)

2 comentarios:

  1. La descripción de un escenario que, para estas fechas, es recurrente en todas las ciudades. Sentimientos bajo los artificios del neón... Fiestas. ¡¡Te las deseo felices, Ivan!!

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  2. A veces la multitud y el calor humano no son suficientes para sosegar el frío de la soledad,e incluso parece que el gentío insulta.Un saludo y que tengas una calurosa navidad.

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