miércoles, 23 de noviembre de 2011













Como la noche no
quiero que tú desciendas,
no quiero cumplimiento
sino revelación.
Desciende hasta mis ojos
veloz, como la lluvia.
Como el furioso rayo,
irrumpe restallando
mientras quedan las cosas
bajo la luz inmóviles.
Que no quiero la dulce
caricia dilatada,
sino ese poderoso
abrazo en que romperme.


Jaime Gil de Biedma

1 comentario:

  1. El poder de un abrazo es increible, he podido disfrutar en mi vida de alguno de "esos", de los q nunca se olvidan. Otros los recibo de vez en cuando de toda esa gente q me acompaña en mi caminar. También he probado los abrazos de esas pekeñas personitas q tengo a mi alrededor y q me dan vida. En cambio, se echan de menos otros, esos q se quedan en el recuerdo,como sombras,esos abrazos q posiblemente no vuelvan, y que como bien llama Javier Gil de Biedma "abrazos poderosos en los que romperme". Un saludo y hermoso poema con una gran imagen acompañándolo.

    ResponderEliminar