martes, 24 de mayo de 2011

Velocidad

Como pasan por estos huesos tardes
que fueron lenta táctica y decálogo,
recuerdo y esquema son ahora. Rápidas
fotografías que nadie captura,
liebres de luz, destino hecho ya carne.

Cuando se cumplen las promesas acaban
los sueños. Todo aquello que esperábamos
o temíamos con la incertidumbre
vagabunda de las horas pasantes,
frío encima de la mesa es ahora.

Dentro de nada existen nuestras bestias.
En un huido regreso van lamiendo
camino hasta nosotros, enseñando
por sus llagas la sangre descosida.
El miedo y el minuto que las han
devorado de aquellos calendarios
hasta esta sencilla velocidad.

















Iván Onia Valero

2 comentarios:

  1. Joder, Iván, pero qué bien escribes.

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  2. Muchas gracias anónimo, me reconforta saber que hay buenos ojos detrás de las palabras.

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