lunes, 18 de abril de 2011
Descarrilamiento
Nos hemos despertado,
la máquina hecha añicos,
disparados a miles de kilómetros
con este malestar de madrugada,
en un campo sin árboles,
entre pavesas frías,
magullados los huesos y seco el paladar.
¿Cómo pudo ocurrir el descarrilamiento?
Ahora mismo, hace un rato,
ya no sé si te acuerdas,
íbamos por el campo en un tren rojo de pitidos triunfales
y el aire se metía por todas las ventanas.
Ahora mismo, hace un rato,
- deja que te lo cuente-
tuvimos en las manos palancas, manivelas y clavijas
de una locomotora que inventábamos casi sin darnos cuenta.
Éramos fogoneros, viajeros,
revisores en aquel gran tinglado fulminante
solamente habitado por nosotros.
¿Te parece –te dije- a doscientos por hora?
Y tú manipulabas allí gesticulando,
a la luz de las chispas que nacían.
Nos hemos despertado,
entre pavesas frías,
magullados los huesos y seco el paladar,
en un paisaje inhóspito.
¿Cómo pudo ocurrir el descarrilamiento?
Carmen Martín Gaite
Vídeo de Fran Nuño
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