domingo, 1 de septiembre de 2019


Te doy un más que me pides
y todo te parece poco,
ahora he pensado regalarte
hasta la torre del oro.
A ver si callas la boca
y no levantas el pío
veré si puedo traerte
los cuatro puentes del río.
Dueño, soy tu dueño
pidiendo imposibles
me quitas el sueño.
No digo que seas mala
ni se lo consiento a nadie.
La que ofreció tanto y tanto
me va ahora a dejar en la calle.
Pide que yo te daré
mi última gota de sangre,
a ver si de esta manera
de una vez tu te satisfaces.
Tu boca es mi perdición,
tu boca es mi Dios te salve,
pídeme por esa boca
y a los dos Dios nos ampare.

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