domingo, 8 de septiembre de 2019


Según mi torpe opinión
el matiz que distingue a un gilipollas
de un poeta
es que el gilipollas llega a la tumba con una íntima convicción:
la de haber sido un poeta
y el poeta sólo se lleva a la tumba una sutil sospecha:
la de haber sido un gilipollas.

Francisco Ruano

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