miércoles, 31 de octubre de 2018

Open Happiness


La Coca-Cola se debe beber en soledad, como un cubo de cangrejos, para que nos pueble el ánimo. Se bebe como debe beberse el dolor; a morro, entero, sin sorbos, de una vez, para que abrace el circuito de la sangre con su negro caudal de cafeínas.
La cerveza es una bebida de compañía. Pedir una cerveza solo es invocar a los dioses de la metáfora, querer ser un poeta o un niño torero.
La cerveza es social porque las risas nos desvían del camino diabólico del poema de barra. La Coca-Cola, sin embargo, es una bebida de solos, de los que aguardan una mujer entera o un medio amigo por las puertas del bar y se quedan con los cangrejos adentro, envenenando la vida, sobrios, con el dedo de la luna dentro, enfriando el vaso vacío que parece un espejo.

Iván Onia Valero

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