martes, 17 de julio de 2018

La hija de Juan Simón



Cuando acabé mi condena
viví muy solo y perdido
ella se murió de pena y yo,
que la causa he sido, sé que murió siendo buena.
Ella se murió de pena y yo,
que la causa he sido, sé que murió siendo buena.

La enterraron por la tarde
a la hija de Juan Simón
y era Simón en el pueblo
y era Simón en el pueblo, ay,
el único enterrador.

El mismo a su propia hija
al cementerio llevó
y el mismo cavó la fosa
y el mismo cavó la fosa murmurando una oración.

Y como en una mano llevaba la pala
y en el hombro el azadón,
sus amigos le preguntan
y todos le preguntaban
de dónde vienes, Juan Simón.

Soy enterrador y vengo,
soy enterrardor y vengo
soy enterraror y vengo, ay,
de enterrar mi corazón.

Nemesio M. Sobrevila

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