miércoles, 7 de junio de 2017


Igual que una vez aprendimos que el ecuador es una línea imaginaria
donde el mundo se parte justo por su equilibrio,
la felicidad es ESA OTRA ÁLGEBRA en la que la mitad del vaso y la tarde
coinciden en el centro de un instante
y uno piensa que no se está nada mal aquí
y ahora.

Iván Onia Valero, de Hermanos de Nadie (Karima Editora, 2015)

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