día 6

Y Dios dijo: hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza
GÉNESIS 1:26

La criatura
salida de mis manos
alzó los ojos ciegos, dijo: -Tú
J.A VALENTE

La sílaba final fue el esternón
y el cincel y la gubia agotados sobre la mesa.
Un aceite de semejanza habría de cubrirlo
y pensó en hundir su cabeza dentro del Pacífico
para saberse primero.

En el fondo encontró la arquitectura de las lanzas
y los caballos que lloran con la armadura puesta,
la vergüenza de los siglos,
las preposiciones de la eternidad.
Las puertas que una sangre de acero
venía abriendo y abriendo.

Iván Onia Valero de Hermanos de Nadie (Karima Editora, 2015)