martes, 17 de marzo de 2015
VARIACIÓN SOBRE UN TEMA DE LORCA
LLANTO POR LA MUERTE DE FRANCISCO RIVERA PAQUIRRI
(La cogida y la muerte)
A las siete de la tarde.
Eran las siete en punto de la tarde.
Un avispero de ángeles lo traen
a las siete de la tarde.
Dibujan un círculo equivocado
a las siete de la tarde.
Un hombre descosido va a la muerte
a las siete de la tarde.
La plaza es una herida del mundo
a las siete de la tarde.
Huele a cobre de grifo desolado
a las siete de la tarde.
Lo tienden en la cáscara de un huevo
a las siete de la tarde.
El hombre ya es un muslo sin cerrojo
a las siete de la tarde.
Un libro hecho de bocas llena el aire
a las siete de la tarde.
Trompetas de marfil jadeando
a las siete de la tarde
y avispas en el centro se preguntan
a las siete de la tarde.
Dentro, los toros mugen letanías
a las siete de la tarde
y un tambor de agua tibia se prohíbe
a las siete de la tarde.
Viene la nieve verde en la serpiente
a las siete de la tarde
y un cuchillo gigante y desquiciado
a las siete de la tarde.
A las siete de la tarde.
A las siete en punto de la tarde.
Un corazón de muerto lo transporta
a las siete de la tarde.
Música de titanio y caracoles
a las siete de la tarde.
El toro sueña en su campo de relojes
a las siete de la tarde.
Los sables lo saludan por las curvas
a las siete de la tarde.
Claveles de hojalata en las arterias
a las siete de la tarde
y piel de pandereta por los párpados
a las siete de la tarde.
El puño de Tomás le entra en la llaga
a las siete de la tarde.
Clarines de azafrán traen la noche
a las siete de la tarde.
A las siete de la tarde.
¡Ay qué terribles siete de la tarde!
¡Eran las siete en todos los relojes!
¡Eran las siete en sombra de la tarde!
Iván Onia Valero
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Siete o cinco
ResponderEliminargolpes bajos.
¡Qué más da!
N.
Siete o cinco
ResponderEliminargolpes bajos.
¡No es lo mismo!
N.