viernes, 31 de octubre de 2014


HAY días en que los muertos andan más entremezclados con los vivos. Hoy es uno de esos días.
Cualquiera puede notarlo cuando llega el día, no sabemos por qué, en que los muertos se
inmiscuyen, participan, prueban nuestra aciaga comida.
La muerte no existe, pero los muertos nunca acaban de irse. Es indudable que debe haber como
un autobús a la periferia de la vida, o unos atajos negros por donde los muertos vuelven, participan,
están y no están. No es que nos acordemos más de ellos, de los muertos queridos, por ejemplo, sino
que ellos se acuerdan más de nosotros, nos tienen más presentes y se toman un día de asueto entre
los vivos, abandonando la burocracia de la muerte.
He dicho que la muerte no existe y ésta es una de las certidumbres más netas que me va trayendo
la edad. Morirse es una milésima de milésima de segundo, es pasar a otro estado en el que uno ya
no participa. Y esa milésima de milésima la hemos engrandecido con una retórica mortuoria a la
que llamamos muerte. Existe el atalaje de la muerte, pero nada de esto tiene que ver con lo que
venía diciendo, con ese día populoso de muertos, que no es mejor ni peor que otros días, porque
nosotros seguimos haciendo nuestra vida habitual y leyendo nuestros libros más desgualdrajados.
Pero los muertos nos miran.
Es un poco como cuando vienen los parientes del pueblo o las visitas inesperadas. Los muertos
molestan menos, pero notárseles se les nota. Y no es que pensemos más en ellos, ya digo. No se
puede pensar en ellos porque están aquí mismo. A los muertos se les recuerda mejor cuando están
lejos, cuando no están en ningún sitio, cuando su ausencia crea ese «lejos» donde les tenemos como
en un guardamuebles. ¿No son muebles los féretros que se come la carcoma del cementerio, esa
carcoma que en realidad es la polilla del corazón? Sé que mañana ya no habrá muertos. No suelen
estar más de un día. La noche se los lleva. Tampoco soñamos mucho con ellos. Yo tuve años de
soñar con mi madre.
¿Por qué no sueño ahora con mi madre? Quizá porque he escrito mucho sobre ella, incluso he
divulgado su bello perfil en una portada, y he conjurado su presencia sin querer conjurar nada. A mí
mi madre no me estorbaba, y la he concitado escribiendo tanto de ella, pero sospecho que llegué a
crear un personaje literario, complejo, estético, difícil, y en él se me perdió la madre de verdad, la
muerta. Estoy huérfano de muerta por haber escrito demasiado de ella.

Francisco Umbral

viernes, 24 de octubre de 2014

Crónica del recital a 4 voces en La gallina en el Diván

Aquí puedes leer  la crónica a cargo de Esther de Juglaría del recital en el que participé el pasado martes, sin duda uno de los mejores en los que he tenido la suerte de participar.



















de izquierda a derecha: Joselito Ramone, Esperanza Castro, Marco Flecha e Iván Onia

lunes, 20 de octubre de 2014

dos citas #masoctubre



Martes 21 a las 20:30 en
La Gallina en el Diván (C/ Padre Pedro Ayala 39)
CICLO POÉTICO A 4 VOCES

Sábado 25 de octubre en Moguer (Huelva) participación dentro de las jornadas de
VERDES ESCRITOR@S Y CREADOR@S


nOs vEMoS!

jueves, 16 de octubre de 2014

´97


De aquel día del 97 recuerdo sobre todo el tambor grande de la ciudad extraña y mi primer whisky. Estábamos tan mal acostumbrados a la palabra éxito que nos anudamos las bufandas por si esa palabra daba frío, y al final lo daba. Después sólo queda el ruido que hacen las fotografías; el gol con la cara de Alfonso, la perilla rubia de Finidi, el abrazo a lo Michael y Fredo Corleone que se dieron Serra y Lopera mientras este decía, "lo sé todo, me has partido el alma", el milagro y la mierda que caben en el minuto de descuento, el beso de mi hermano diciendo no pasa nada... que la vida iba en serio lo supe en la prórroga, eso, y que por muchas veces que te rompan el corazón, nadie sabe hacerlo como el Betis.

jueves, 2 de octubre de 2014

Octubre: una reseña, dos recitales

Aquí podrás leer una nueva reseña de Galería de Mundo y Olvido para la revista Argonautas, a cargo de Laura Redondo

Jueves 2 de octubre en el café bar La Tregua (C/ Evangelista 57) Recital en compañía del poeta Javier Sánchez Menéndez a partir de las 20:00


Viernes 3 de octubre a partir de las 21:30 recital Versos en la Noche, en La Casa del Libro de Sevilla dentro de las actividades de la Noche en Blanco, en compañía de Miriam Palma, Saray Pavón Márquez, Tobías Campos Fernández y Ana Isabel Alvea Sánchez.