viernes, 1 de noviembre de 2013
Donde la ignorancia es una bendición, donde uno
yace de noche en la cama de la estupidez, donde uno
reza de rodillas a un ángel insensato...Donde uno sigue
a un zopenco a la guerra con un ejército de necios
beatíficos... Donde los gallos cacarean todo el día...
El precioso cabeza hueca está cantando una y
otra vez el mismo fragmento de una canción de amor.
Para desayunar en la terraza tenemos uvas pintadas
con tanto realismo que hasta los pájaros las picotean.
Y ahora los besos... para los que hemos olvidado
quitarnos nuestra caretas de Halloween.
Charles Simic
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¡Sí!
ResponderEliminar¡Es así!
Pero yo observo el planeo de las águilas,
y estoy con ellas en sus pequeñas ilusiones,
y desde el recuerdo de la tabla de multiplicar
asumo pesos y fuerzas ascensionales,
y río feliz y no estoy solo.
N.