domingo, 29 de enero de 2012

Carpe Diem (Poemas en los huesos IX)

Coged las rosas mientras podáis
veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis
mañana estará muerta.
W.W



Es tan corta la vida.

Nos lo avisan los ojos de los muertos
incluso en las películas de sobremesa,

y en los estanques secos nos lo grita
-feroz- el ojo mate de las carpas.

Que es tan corta la vida,

tan poca cosa todo esto.

Iván Onia Valero (2008)

sábado, 28 de enero de 2012

Poemas en los huesos VIII

Que ni el viento la toque, ni mirar
mujer, mi varadero, ni cantar.
Porque amarga es mi voz, mas yo la canto.
Que ni el viento la toque porque tiene
pena de muerte el viento si la toca.

miércoles, 25 de enero de 2012

Oficio

Cuando al entrar al verso me disloco
o no cabe un adverbio y se me quiebra
toda la música, la forma mira
con su monstruoso rostro de abortado,
me duele el aire, sufro el sustantivo,
pienso qué bueno andar bajo los árboles
o ser picapedrero o ser gorrión
y preocuparse por el nido y la
gorriona y los pichones, si, que bueno,
quién me manda meterme, endecasílabo,
a cantar, quién me manda
agarrarme el cerebro con las manos,
el corazón con verbos, la camisa
a dos puntas y exprimirme,
quién me manda, te digo, siendo juan,
un juan tan simple con sus pantalones,
sus amigotes, su trabajo y su
condenada costumbre de estar vivo,
quién me manda andar grávido de frases,
calzar sombrero imaginario, ir
a esperar una rima en esa esquina
como un novio puntual y desdichado,
quién me manda pelear con la gramática,
maldecirme de noche, rechinar
fieramente, negarme, renegar,
gemir, llorar, qué bueno está el gorrión
con su gorriona, sus pichones y
su nido, su capricho de ser gris,

o ser picapedrero, óigame amigo,
cambio sueños y músicas y versos
por una pica, pala y carretilla.
Con una condición:
Déjeme un poco
de este maldito gozo de cantar.














Juan Gelman

lunes, 23 de enero de 2012

Al desamor (Poemas en los huesos VII)

A veces, vuelves tú
y no me alcanza la voz.















Poema de Ana Isabel Alvea Sánchez, perteneciente a Interiores (Ediciones en Huida 2010)
Cuadro: El hombre herido, Autorretrato de Courbet (1844-1854) Pinchando aquí podrás conocer la historia oculta de este cuadro de Courbet

miércoles, 18 de enero de 2012

Una buena noticia y una cita con la poesía en Sevilla

En este enlace podrás leer mi poema Anatomía de Alicia, que estrené en este mismo blog y que ha sido seleccionado para formar parte de la sección de poesía de la revista En sentido figurado en su número de febrero, una revista literaria de publicación mensual que, en boca de sus editores: "...es un espacio de difusión vía red de cómputo. Publicación sin fines de lucro que no admite patrocinios y es sufragada con recursos propios. En sentido figurado (ESF) es un espacio abierto al pensamiento y a la imaginación; a la concreción y a la conjetura; a la realidad y a la sensación. Este Proyecto tiene la ilusión de ayudarnos, a sus miem-bros, a sus lectores y a todos aquellos que quieran participar del sitio, a flanquear por medio de la palabra, la imagen, la pintura y el arte en general, las distancias que nos separan." Y pinchando aquí podrás disfrutar de la revista al completo y del magnífico trabajo de sus editores














Por otro lado, hoy, miércoles 18 de enero a partir de las 20:00 en la librería Un Gato en Bicicleta, estaremos un puñado de compañeros desafiando al frío y tirando de precio la poesía en el recital "¿Cuesta de qué? Poesía contra la crisis" organizado por EEH con la intención de llevar la palabra de una parte de la poesía actual a espacios que poco a poco van siendo emblemáticos dentro de la ciudad como es la librería del número 8 de la calle Regina. Temperaturas y precios bajo cero en Sevilla. Nos vemos.


domingo, 15 de enero de 2012

Balada de otoño


Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.

Pintaron de gris el cielo
y el suelo
se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece
un niño que el viento mece
con su balada en otoño.

Una balada en otoño,
un canto triste de melancolía,
que nace al morir el día.
Una balada en otoño,
a veces como un murmullo,
y a veces como un lamento
y a veces viento.

Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados
sobre los campos, llueve.

Te podría contar
que esta quemándose mi último leño en el hogar,
que soy muy pobre hoy,
que por una sonrisa doy
todo lo que soy,
porque estoy solo
y tengo miedo.

Si tú fueras capaz
de ver los ojos tristes de una lámpara y hablar
con esa porcelana que descubrí ayer
y que por un momento se ha vuelto mujer.

Entonces, olvidando
mi mañana y tu pasado
volverías a mi lado.

Se va la tarde y me deja
la queja
que mañana será vieja
de una balada en otoño.

Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados.


















Joan Manuel Serrat

viernes, 13 de enero de 2012

Amarte en las bisagras



















Amarte en las bisagras de tu cuerpo,
en la luz que desprende el sudor sucio
tras las horas sin tregua.

Amarte en las junturas,
en los surcos que te cosen
desde el hierro de la noche.

Amarte con el tiempo detenido
-robot de huesos blandos, mirada humana-
e irte bendiciendo las soldaduras
con la boca, allí donde el amor se hace
movimiento y sudores repentinos
que el amanecer se encargará de ir ensuciando.

Iván Onia Valero (2008)

miércoles, 11 de enero de 2012

1 Poema, 20 Días

Si pinchas aquí
podrás disfrutar de forma gratuita de la antología 1 Poema 20 Días que Ediciones en Huida ha preparado con la selección de poemas de los autores que hemos sido publicados en la editorial en estos casi dos años de pasión y trabajo por sacar a la luz parte de la poesía actual. La antología es el primer libro exclusivamente virtual y totalmente gratuito que la editorial sevillana lanza dentro de su última colección La Flor Escogida, lo hace además sin perder un ápice en el cuidado de la edición ni en la calidad de los textos escogidos. Espero que disfrutéis de la lectura de un puñado de buenos poetas que tengo el honor de tener por compañeros y de, al menos, la decencia de mi palabra.

martes, 3 de enero de 2012

Oda a Platko (en la victoria y en la evasión)

Ni el mar,
que frente a ti saltaba sin poder defenderte.
Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más rugía.
Ni el mar, ni el viento, Platko,
rubio Platko de sangre,
guardameta en el polvo,
pararrayos.
No nadie, nadie, nadie.
Camisetas azules y blancas, sobre el aire.
Camisetas reales,
contrarias, contra ti, volando y arrastrándote.
Platko, Platko lejano,
rubio Platko tronchado,
tigre ardiente en la yerba de otro país.
¡ Tú, llave, Platko, tu llave rota,
llave áurea caída ante el pórtico áureo !
No nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.
Volvió su espalda al cielo.
Camisetas azules y granas flamearon,
apagadas sin viento.
El mar, vueltos los ojos,
se tumbó y nada dijo.
Sangrando en los ojales,
sangrando por ti, Platko,
por ti, sangre de Hungría,
sin tu sangre, tu impulso, tu parada, tu salto
temieron las insignias.
No nadie, Platko, nadie,
nadie se olvida.
Fue la vuelta del mar.
Fueron diez rápidas banderas
incendiadas sin freno.
Fue la vuelta del viento.
La vuelta al corazón de la esperanza.
Fue tu vuelta.
Azul heróico y grana,
mando el aire en las venas.
Alas, alas celestes y blancas,
rotas alas, combatidas, sin plumas,
escalaron la yerba.
Y el aire tuvo piernas,
tronco, brazos, cabeza.
¡ Y todo por ti, Platko,
rubio Platko de Hungría !
Y en tu honor, por tu vuelta,
porque volviste el pulso perdido a la pelea,
en el arco contrario al viento abrió una brecha.
Nadie, nadie se olvida.
El cielo, el mar, la lluvia lo recuerdan.
Las insignias.
Las doradas insignias, flores de los ojales,
cerradas, por ti abiertas.
No nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.
Ni el final: tu salida,
oso rubio de sangre,
desmayada bandera en hombros por el campo.
¡ Oh, Platko, Platko, Platko
tú, tan lejos de Hungría !
¿ Qué mar hubiera sido capaz de no llorarte ?
Nadie, nadie se olvida,
no, nadie, nadie, nadie.

Rafael Alberti