martes, 29 de junio de 2010

Licenciados: embarazadas y sobrios

A Víctor

El gorrión que volaba en nuestro verso
mojará sus alas en el olvido,
nostálgico se dormirá en el nido
de los bares donde palman los besos,

y allí cantaremos una noche
con la guitarra de la media luz
el cuplé de los viejos reproches,
la canción de la eterna juventud.

Adónde emigrarán los corazones
cuando en el aula sintamos frío
y no haya nadie a las tres de la tarde.

Sólo tendremos absurdas razones
para quedar vestidos de domingo
y querernos y olvidarnos de barde.

Iván Onia Valero













Praga, Abril de 2006

domingo, 20 de junio de 2010

De mis castigos y glorias



La soledad es testigo
de mis castigos y glorias
primera de mis amigos,
la llevo conmigo igual que a una más.
La soledad me hace libre,
la soledad no me engaña,
cuando el mundo se va
soledad es la última que me acompaña.
Y es la única hermana que vence a la puesta de sol cada tarde,
la presunta culpable del amanecer solo ante mi ventana,
la que llena mi cama de amores y niños,
de abuelas y padres.
Ay mi soledad,
a nadie nunca como a ti le he sido fiel
a lo mejor te llevo un día ante el altar
porque en verdad, quiero a tu vera envejecer.
Ay mi soledad,
hemos cruzado tantas ciénagas los dos,
tantos secretos que no podemos contar,
tantas palabras que dirían que es amor.
Ay soledad que a tu manera subes y me das la mano
y así los dos caminamos juntos por la carretera.
Ay soledad pa´ mí,
que yo soy un varón, y tu silueta de mujer
tiene el deseo embriagador
de otras mujeres que ya no me inspirarán
estas canciones...
Aunque muera contigo,
por Dios soledad solamente te pido
que no me abandones.

Juan Carlos Aragón Becerra

jueves, 3 de junio de 2010

AMIGO Manué

"En Barbate,
su pueblo y el mío,
ya no bebe como bebía
mi amigo Manué,
con quien tanto venía
"


Amigo de los mundos diferentes,
Manué anticristo de los gitanos,
siempre con sangre de ron en las manos,
pulula y malvive entre la gente.

Te veo dormitando en Linkin Park
tras la maleza de la poesía
curda en la flor de la filosofía,
cansado de la puta realidad.

Entre copejas de luna te espero
leyendo a don Camilo en el balcón,
cansado, con la pluma en el tintero.

Cierro ahora el libro porque nunca quiero
leer sin tu compaña a este cabrón,
compañero del alma, compañero.

Iván Onia Valero


















Barbate, verano de 2002